Picaflores y Vencejos (Apodiformes)
Hay algo más de una docena de especies que han sido observadas en el territorio chileno, dos de ellas (Picaflor de Arica y Picaflor de Cora) casi exclusivamente en Arica. En general, los picaflores se alimentan del néctar de las flores e insectos pequeños. Para lo primero, tienen un larga legua:
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Rhodopis vesper vesper hembra, Picaflor del Norte. Fotografía: Renato Aguirre, Valle de Azapa.
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Nótese la precisión del vuelo para conectarse con la fuente del néctar de las flores, el que extraen con peculiares movimientos de la lengua y las mandíbulas del pico, pese a la maraña de obstáculos vegetales que suelen rodearlos:
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Rhodopis vesper vesper, Picaflor del Norte. Fotografía: Renato Aguirre, Valle de Azapa.
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Picaflor de Arica (Eulidia yarrellii). Sólo existe en Arica y los valles más próximos. Es probablemente la segunda ave más pequeña del mundo: sólo pesa 3-4g y mide 8cm de pico a cola. Está en peligro de extinción por el uso de pesticidas, la progresiva disminución de sus flores preferidas y la intrusión del Picaflor de Cora desde Perú, el cual ocupa sus mismos espacios. Se le reconoce por su tamaño y pico corto y recto. El macho tiene una cola algo larga dividida en dos extensiones que suelen cruzarse cuando está en reposo. La hembra tiene la cola corta, el cuello blanco, los costados pardos sin tintes verdes y en contraste con la hembra del Picaflor de Cora no bombea la cola cuando se alimenta. El cuello de la hembra de Cora es café jaspeado.
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Eulidia yarrellii, Picaflor de Arica macho. Edición del original publicado en https://img.soy-chile.cl/Fotos/2016/02/20/file_20160220114354.jpg.
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Eulidia yarrellii, Picaflor de Arica hembra. Fotografía: María Roxana Avila, valle de Azapa.
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Picaflor de Cora (
Thaumastura cora). Hasta hace unos 30 años se le encontraba sólo en Perú, pero actualmente es muy abundante en el Valle de Azapa y ocupa el mismo nicho ecológico del Picaflor de Arica.
El macho tiene dos largas plumas en la cola que sólo parecen servir de adorno, además de otras más cortas que le sirven para estabilizar el vuelo. El pico es relativamente corto y recto y como la hembra no posee las colas largas, a ésta se la puede confundir con la del Picaflor de Arica cuando está en reposo, sólo que es algo más grande, mueve enérgicamente la cola de atrás a adelante cuando se alimenta, su cuello no es en absoluto blanquecino sus partes laterales y posteriores son verdosas y su pico es algo curvo en comparación con la de Arica.
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Thaumastura cora macho, Picaflor de Cora. Fotografía: Renato Aguirre, Valle de Azapa.
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Thaumastura cora macho, Picaflor de Cora. Fotografía: Renato Aguirre, Valle de Azapa.
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Thaumastura cora macho, Picaflor de Cora. Fotografía: Renato Aguirre, Valle de Azapa.
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Thaumastura cora macho, Picaflor de Cora. Fotografía: Renato Aguirre, Valle de Azapa.
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Thaumastura cora hembra, Picaflor de Cora. Fotografía: Luis Seguel Vorpahl, Valle de Azapa.
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Thaumastura cora hembra, Picaflor de Cora. Fotografía: Luis Seguel Vorpahl, Valle de Azapa.
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Picaflor del Norte (
Rhodopis vesper vesper). Es el más abundantes de los picaflores de Arica. Tiene un pico largo y curvo, el macho con una cola en “V” cuando vuela y la hembra con una cola corta. La hembra carece de la notoria coloración del cuello.
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Rhodopis vesper vesper macho, Picaflor del Norte. Fotografía: Renato Aguirre, Valle de Azapa.
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Rhodopis vesper vesper macho, Picaflor del Norte. Fotografía: Renato Aguirre, Valle de Azapa.
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Rhodopis vesper vesper hembra, Picaflor del Norte. Fotografía: Renato Aguirre, Valle de Azapa.
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Rhodopis vesper vesper hembra, Picaflor del Norte. El mismo ejemplar de la foto anterior, emprendiendo el vuelo. Fotografía: Renato Aguirre, Valle de Azapa.
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Rhodopis vesper vesper hembra, Picaflor del Norte. Fotografía: Renato Aguirre, Valle de Azapa.
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Rhodopis vesper vesper hembra, Picaflor del Norte. Fotografía: Renato Aguirre, Valle de Azapa.
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Con algo de suerte es posible verlos ejecutar un rápido y acrobático vuelo de cortejo. En la siguiente fotografía (que no está invertida) la hembra es la que cuelga del cable y el macho revoletea a su alrededor:
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Rhodopis vesper vesper, Picaflor del Norte. Fotografía: Renato Aguirre, Valle de Azapa.
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Después vienen las consecuencias:
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Rhodopis vesper vesper hembra, Picaflor del Norte. Fotografía: Renato Aguirre, Valle de Azapa, fines de mayo, 2014..
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Rhodopis vesper vesper, Picaflor del Norte. Los dos polluelos piden alimernto, la hembra regurgita antes de alimentarlos (nótese su cuello algo abombado). Fotografía: Renato Aguirre, Valle de Azapa, mayo de 2014.
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Tras lo anterior, los alimenta. Rhodopis vesper vesper, Picaflor del Norte. Fotografía: Renato Aguirre, Valle de Azapa, mayo de 2014.
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En la cordillera de Arica pueden observarse otras especies, como el Picaflor de la Puna (Oreotrochilus estella) y excepcionalmente el Picaflor Azul (Colibrí coruscans).
Picaflor de la Puna (
Oreotrochilus estella). Habita en la cordillera entre Arica y Antofagasta, a unos 3.000-4.000msnm. Tiene un peculiar estilo para alimentarse: en vez de aletear en el aire mientras se alimenta del néctar y de insectos, se afirma en las ramas. Como es habitual entre las aves, el macho es más vistoso y resalta la parte anterior del cuello con un color verde-esmeralda bien marcado. Abundan en Belén y es habitual encontrar a varios de ellos revoloteando y posándose sobre las piedras del río que delimita al poblado hacia el norte.
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Oreotrochilus estella macho, Picaflor de la Puna.
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Fotografía: Renato Aguirre, , diciembre 2014.
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Oreotrochilus estella hembra, Picaflor de la Puna. Fotografía: Renato Aguirre, Belén (3.280msnm), diciembre del año 2014.
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Oreotrochilus estella hembra, Picaflor de la Puna. Fotografía: Renato Aguirre, Belén (3.280msnm), diciembre del año 2014.
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Oreotrochilus estella hembra, Picaflor de la Puna. Fotografía: Renato Aguirre, Cobija (precordillera a 3.100msnm), noviembre del año 2013.
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La misma hembra en su nido. Fotografía: Renato Aguirre.
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