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Paseo al Salar de Surire: Visita al Altiplano Sur 
 
El Sector Sur del Altiplano es el más interesante para los turistas y en esta página haremos un breve recorrido diseñado precisamente para mostrárselo a amigos que apenas conocían el interior de Arica. El destino final será el Salar de Surire (Suriri), pero aprovecharemos el trayecto para visitar otros lugares de interés. Esta sección fue escrita en el año 2008 pero he recorrido una vez más a esos parajes en el año 2013 y tras eso se hicieron sólo modificaciones menores. 
 
El Viaje 
 
Primer Día, sólo Cordillera. Partimos un día sábado de octubre del 2008 rumbo a Putre (Lat. 18°12’S Long. 69°33'O) siguiendo la Carretera Internacional a Bolivia. Nada veríamos del Altiplano durante ese primer día pues pasaríamos la noche en Putre (3.550msnm) para darnos un tiempo para aclimatarnos a la altura. El tramo previo que asciende hasta Zapahuira (Lat.18°20'S Long. 69°36'O) atravesando la Sierra de Huaylillas está parcialmente descrito en la sección Tour Precordillerano. En Zapahuira la carretera vira al norte y tras unos 10km se llega al Mirador de Socoroma, desde donde se puede observar una hermosa vista de ese poblado. Desde allí descendimos a Socoroma (Lat. 18°16'S Long. 69°36'O), poblado de origen precolombino ubicado a 3.100msnm, por un camino serpenteante de unos 4km, para almorzar a la sombra de los árboles vecinos a la Iglesia. Ya existía allí una iglesia en 1618. La actual fue construida en 1560 y luego restaurada en 1883, cuando se le agregan detalles arquitectónicos republicanos. Los terremotos del 2001 y 2005 la dañaron y luego se inició su restauración el año 2012. En los años ‘90, estilistas desubicados destruyeron a la pintoresca plaza ubicada atrás del fotógrafo y la reemplazaron por una de discordante modernidad. 
 
Iglesia de Socoroma.
 
Mientras degustábamos nuestra merienda, de alguna manera de supo que había un médico en la comitiva y pasé largo rato tratando de ayudar dos ancianas que se sentían muy mal. No se veían graves, por fortuna, pues poco más que cariño y tranquilidad puede aportar un médico con sólo sus manos, desprovisto de toda la eficiente parafernalia actual. 
 
Socoroma es un hermoso pequeño poblado 
 
Vista parcial de Socoroma.
 
rodeado de andenerías (terrazas agrícolas, principalmente dedicadas en Socoroma al cultivo del orégano) hermoseadas por flores de intenso color y ocupado casi exclusivamente por gente de edad. Era precioso antes de que un esbozo de modernidad lo alcanzara: ahora los techos son de esas feas planchas de zinc y a las casitas se les implantaron discordantes medidores de energía eléctrica expuestas a las estrechas callejuelas con piso de bolones. Más que la plaza y la iglesia, su “centro” es una intersección de callejuelas donde hay un abrevadero de concreto, antaño muy utilizado por las caravanas de mulares que seguian una de las rutas por las que se tranportaba la plata desde Potosí a Arica. Por cierto, tiene un típico cementerio andino y llega a al pueblo un tramo del antiguo Camino del Inca: 
 
Mis amigos Carlos Requena padre e hijo, cabalgando desde Arica a Socoroma para una peculiar fiesta ecuestre. Transitan por un tramo rermanente del Camino del Inca (Qhapaq Ñam).
 
Una vez al año se repite en el verano la tradición colonial de la Carrera del Gallo. Jinetes de los poblados vecinos participan de una bien regada competencia que consiste en tratar (todos a la vez) de apoderarse de un gallo muerto que cuelga de las patas de una cuerda bamboleante. Quien lo consigue debe cuidarse de que otros jinetes no se lo arrebaten agresivamente y al galope y tratar de llegar con su trofeo al punto de partida, una carrera ciertamente peligrosa: 
 
En la segunda foto, intento fallido de mi amigo Carlos junior.
 
Antes de la carrera los jinetes se muestran cabalgando un círculo y los más se envalentonan con cerveza.
 
Y allì va casi volando mi amigo Carlos senior montando al chico pero corajudo Chinchorro. aun no se ven los otros jinetes, consiguió atrapar al gallo pero no tardaron en arrebatárselo con violencia.
 
Pero de porfiado y valiente que es, consiguó un segundo gallo y logró llegar con él a la meta.
 
Nuestros pueblos del interior tienen frecuentes y bien regadas festividades, la mayor parte de ellas religiosas con una fuerte dosis de paganismo. La que mostré es una peculiar singularidad y a la vez la más épica cabalgata que ha vivido nuestra tropa. Se debió cabalgar desde Arica a Socoroma con caballos no habituados a la altura y tras esa difícil competencia se tardó un par de muy esforzados y casi accidentados días en bajar a Arica por estrechos, precarios y escalofriantes senderos troperos, bajo la lluvia en ciertos tramos y casi al final de ella “descubriendo” a las ruinas de Milluni, las que no tardamos en explorar más a fondo con mi mentor en arqueología, el inolvidable Oscar Espoueys. Así vivimos algunos en Arica: una permanente aventura cultural y también física por tierra, mar y cielo a bordo de lo que sea o mediante muy esforzadas caminatas. 
 
Volviendo al paseíto vehicular más benigno que empezamos a relatar, desde Socoroma partimos a Putre, donde nos alojamos en la cómoda hostería a cargo de nuestra amiga Mona, quien nos atendió como reyes. Tiene amplias dependencias comunes (bar, comedor, etc.), habitaciones cómodas, calefaccionadas, con agua caliente e inesperadamente, las mejores almohadas de pluma de los hoteles que conozco en nuestra Región. Tras una exquisita cena con productos locales, precedida por un sofisticado cocktail, dormimos como angelitos. Hay en Putre varios otros lugares más modestos pero buenos para alojar a un costo mucho menor. Desde inicios de este siglo, Putre ha tenido una trascendente evolución en cuanto a oferta turística, pero ya en el año 2011 se deterioró, llenándose de profesionales y técnicos de prospección minera: cuesta encontrar alojamiento. 
 
Detalles acerca de Putre en este link.  
 
Segundo Día, un largo trayecto por el “Altiplano Sur” y parte de la Sierra (Precordillera) para el retorno 
 
Partimos desde Putre muy temprano, rumbo al lago Chungara (casi 4.600msnm, Chungará si se castellaniza). En el trayecto, con suerte veremos algunas tarukas. Omitiré detalles de ese trayecto pues sería muy lato y hay buenas descripciones en los websites de las agencias de turismo. Aunque no es lo mejor que puede mostrar nuestro hinterland y aunque yo crea enfáticamente que como están diseñados los tours son peligrosos para la salud y a menudo poco agradables para nuestro organismo si no se ha aclimatado antes a la altura extrema, es EL gran destino que se ofrece a los turistas que quieren conocer nuestro altiplano. Tiene una superficie de más de 20km2 y una profundidad máxima de un poco más de 30m. 
 
Pues llegamos al lago y de él sólo muestro algunos paisajes y me guardo el detalle de mil anécdotas mías o de algunos amigos, como las de quienes corrieron una regata en los pequeños yates Láser o bucearon sus profundidades. 
 
El lago está en la vecindad de un arco magmático consecuencia de la subducción de la placa de Nazca, lo que generó en esa zona a una serie de volcanes extinguidos y otros holocénicos (con actividad posterior al último período glacial) y desde sus riberas se les puede ver total o pacialmente a todos. Hacia el norte, en el límite con Perú, está el Volcán Tacora (ver Tacora, Sector Occidental del Altiplano Norte). En la ribera norte del lago está el volcán Parinacota (de parina = flamenco y quta = lago), el cual generó al lago hace unos 8.000 años cuando parte de su ladera se desprendió y obstruyó el flujo del modesto río Chungara. 
 
Vista parcial del lago Chungara. Al fondo, el volcán Parinacota.
 
Inmediatamente al norte de éste está su hermano mayor Pomerape y ambos se denominan Payachatas (de paya = dos en aymara y chata = cerro en el extinto idioma pukina): 
 
Payachatas, en la ribera norte del lago Chungara. El primero es el volcán Parinacota y el de atrás, más antiguo, el Pomerape. Ambos son producto del mismo proceso, el cual produce sucesivos eventos formadores de volcanes en la cercanía del anterior.
 
Hacia el este está el majestuoso volcán Sajama (territorio boliviano) 
 
Volcán Sajama, al este del lago Chungara. En su cumbre se han encontrado entierros de niños sacrificados por los incas como ofrenda a los dioses.
 
y un poco al sur de éste el más pequeño volcán K’isik’isini (de k’isik’isi, plural de la dominación aymara de una gramínea peremne, Stipa sp. y ni = lugar de) 
 
Volcanes K’isik’isini o Quisisiquina castellanizado (son dos).
 
y un poco más al sur los cerros (volcanes muy antiguos) Kimsachata (kimsa = tres en aymara). El río Chungara se forma a partir de los deshielos de estos cerros y de allí proviene el agua del lago, además de aportes menores de los cerros K’isik’isini y Choquelimpie. 
 
Una gaviota andina sobrevuela un tramo de la Carretera Internacional, adyacente al lago Chungara. Al fondo, los cerros Kimsachata.
 
Inmediatamente al sur de éste está el siempre humeante volcán Guallatiri (Wallatiri): 
 
Detalle del volcán Guallatiri. Es el volcán activo más alto del mundo (6.060msnm). Su última erupción fue en 1985.
 
Vista panorámica desde casi el extremo oeste del lago, desde donde sólo se ve al Parinacota, K’isik’isiri, Kimsachata y en el borde derecho al Guallatiri minimizado por la captura fotográfica.
 
No puedo dejar de hacer presente que el lago no se ha librado de estúpidos atentados de los “expertos” chilensis. Sin el menor respeto a su dinámica y la fragilidad de su flora y fauna, la no-precisamente-elogiable DGA (Dirección General de Aguas, ex Dirección de Riego) pretendió extraerle agua para beneficio de los muy subsidiados agricultores del valle de Azapa y en 1984 instalaron una central de bombeo, 
 
Las abandonadas instalaciones de la DGA.
 
a lo que se opuso enfáticamente la comunidad ariqueña y con la ayuda de una ONG (Organizacón No Gubernamental) se bloqueó legalmente al desatinado proyecto en 1985. 
 
Volviendo a nuestro viaje, permanecimos poco tiempo en el lago, aunque más de una vez viajé hasta allá con mi familia para sólo hacer un picknic en su ribera. Una de mis amigas ya estaba bien afectada por la puna o soroche, producto de la poca presión parcial de oxígeno pero, ella muy valiente, quería conocerlo todo y decidimos descender un poco y mostrarle Parinacota (4.400msnm). Tomamos una huella que transita al oeste de los volcanes Payachatas y de ese casi extraterrestre espacio que es Cotacotani cuyas aguas provienen de filtraciones subterráneas del Chungara: 
 
Cotacotani, inmediatamente al oeste de los volcanes Payachata.
 
Cotacotani es una miríada de pozas interterconectadas entre sí y con el lago, drenando hacia el hermoso bofedal de Parinacota que ofrece un paisaje fantástico y alberga a una abundante y variada avifauna (allí nace el río Lauca). Por cierto nos detuvimos por harto rato para fotografiarlas (ver Aves de Arica). Las lagunillas están separads entre sí por borrenas transportadas por glaciales de un muy remoto pasado. 
 
Parinacota, Lat. 18°12'S Long. 69°16'O (ver curiosos detalles de su iglesia). Como todo nuestro hinterland, ya no es lo que conocí a pricipios de la década de 1970, cuando apenas se veía a un turista por esos lares. Era un apacible y aislado poblado con techos de paja brava, antaño una Reducción de pastores dispersos en los bofedales vecinos, con una iglesia con peculiares adornos producto de la Pastoral de la Tolerancia de la Iglesia Católica que se planteó a partir de 1661 intentando suavizar las atrocidades de la Inquisisión, la que seguramente tuvo que hacer incómodas concesiones conceptuales para que fuera aceptada en su intento de adoctrinamiento por proselitismo más que por la fuerza de “La Verdad” católica. Mayores detalles atingentes en este link
 
En Parinacota nace una de las vías que transitan el “Sector Norte” de nuestro Altiplano y que recorrí por primera vez a principios de 1974. Volví a visitar ese sector por mi cuenta años después y ahora, en la sección Altiplano Norte les relataré lo que viví allí en el transcurso del año 2009. 
 
Pues por ahora nos devolvemos a la Carretera Internacional hasta cerca de Chucuyo.  Hay allí un control de Carabineros de Chile (Lat. 18º13’S Long. 69º19’O) que no permite fotografiar a la bandera chilena, con policías a veces amables que controlan a los vehículos, aconsejan y que de vez en cuando lo dejan a uno muy enojado. Es que el Estado chileno puede ser muy pesado, en su trato, imposiciones y presencia, ¿en hora buena? Bueno, la amabilidad no daña a nadie... 
 
Vamos al Salar de Surire 
 
Conocí al lugar en 1973 y desde entonces lo he visitado varias veces, la última en mayo de 2019. Conviene viajar un sábado o domingo para evitar a los numerosos camiones que bajan el bórax extraido del Salar. Desde Putre el salar está a unos 125-135km. Desde Zapahuira siguiendo la tercera alternativa que recomiendo, está a unos 120km pero con un tramo con muchas curvas empinadas. Las tres son de tierra, no asfaltadas pero aceptables para un vehículo 4x4. Desde Arica se debe programar un trayecto de más de 500km de ida y vuelta y la prudencia aconseja disponer de gasolina para 600km si se pretende rodear al salar. 
 
Dos alternativas se inician en la Carretera Internacional a Bolivia. Una de ellas es partir desde el oriente de Las Cuevas (donde hay un recinto de Conaf), al este de Putre: en Lat. 18°11’S Long. 69°25”O (4.520msnm, ruta A-11) tomar el camino que se dirige al sur (A-211). Otra  se inicia a unos 10km más al este de la anterior, desde el control de Policía de Chucuyo  (Lat. 18º13’06”S Long. 69º19’18”O) al sur (A-201). Ambas se juntan un poco al norte del Canal Lauca y forman la ruta A-235. 
 
Otra alternativa recomendable, aunque es la que puede provocar un apunamiento (soroche, mal de altura) con mayor probabilidad, se inicia en la Sierra de Huaylillas, partiendo desde Zapahuira (Lat.18°20'S Long. 69°36'O) y virando al este en Lat. 18º21’10”S Long. 69º32’65”O en Murmuntani. Ésta (sector occidental de la ruta A-201) es angosta ,empinada y con incontables curvas pronunciadas y asciende hasta 4.550msn (Portezuelo de Chapiquiña, Lat.18º19'44"S Long.69º30'28"O), donde hay una apacheta
 
Apacheta de Portezuelo de Chapiquiña, a punto de recibir "ofrendas" de mis acompañantes.
 
Otras alternativas más difíciles son: 
 
Desde la Carretera Internacional (la que lleva a Putre, al lago Chungara y a Bolivia): 
 
  • Pasar el control fronterizo del lago Chungara (Chungará) rumbo a la frontera aunque sin cruzarla (se exige dejar en el lugar los documentos de las personas y de los vehículos) y luego, ya en el bofedal de Chungara, virar al sur en Lat. 18º16’55”S Long. 69º08’16”O,  visitar el hermoso tambo incaico de chungara (Lat. 18º17’30”S Long. 69º08’10”O) y seguir un camino más bien precario (2008) que empalma en Lat. 18°22,5’S Long. 69°14’O (al norte y cerca de Ancuta) con la ruta principal que es la que proviene de Murmuntani y la que siguen los camiones que transportan el bórax que se extrae desde la ribera occidental de Salar. No la recomiendo en absoluto por el tema de los documentos. 
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    Tambo incaico de Chungara, muy cerca del control fronterizo. A la derecha (no visible) está la plataforma ceremonial o ushnu, en primer plano una yareta (o llareta, Azorella compacta) y al fondo, el bofedal.
     
    Desde la Sierra de Huaylillas: 
     
  • Desde la ruta A-31 en Pampa de Oxaya al sur de Ticnamar, en Lat. 18º39’14”S, Long. 69º31’19”O tomar la ruta A-319 que se dirige al oriente, ascender hasta muy cerca de Timalchaca y luego seguir la misma ruta rumbo al sureste que cerca de Parcohaylla (Lat. 18°52’35”S Long. 69°12’53”O, 3.980msnm) gira al oriente y llega al Salar tras un recorrido de unos 50km desde Timalchaca. Es la ruta que por primera vez utilizamos para retornar del paseo que describo y descender por ella no es particularmente difícil para un vehículo 4x4. 
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  • Tomar un camino rumbo al este que se inicia desde la ruta A-35 en Lat. 18º21’16”S Long. 69º21’47”O entre los Altos de Chacaya y Codpa, un poco antes de llegar a ésta por el camino habitual. Esta ruta pasa por el alto de Vila-Vila (donde hay una peculiar apacheta), el alto de Incauta, el de Aico y tras unos 45km empalma con la ruta anterior (A-319) en Lat. 18°47’S Long. 69°21.5’O (Umirpa) a unos 35km del Salar y poco después de atravesar el faldeo norte del Cerro Nora. 
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    Apacheta (apachita originalmente) de Vila-Vila (Catita Apacheta para los lugareños).
     
    Ambas alternativas son aceptables para un vehículo 4x4 y transcurren por hermosos parajes. A partir de Umirpa siguen el mismo trayecto y tras un par de kilómetros aparece otra apacheta: 
     
    Tula Apacheta. Los lugareños la denominan así por la vegetación tolar de esa tundra (tola y paja brava).
     
    y desde allí, tras unos 15km aparece Parcohaylla: 
     
    Llegando a Parcohaylla.
     
    y la sólo faltan 12km para llegar al salar. 
     
    Hay varias otras rutas que no mencionaré por ahora. 
     
    Canal Lauca. A menos de medio kilómetro al sur desde donde confluyen las rutas provenientes de Las Cuevas (A-211) y Chucuyo (A-201), se cruza al Canal Lauca en Lat. 18°19’S, Long. 69°22’O, el que capta parte de las excelentes aguas del río homónimo y tras un trayecto de unos 30km las lleva a un túnel de 4,5km que atraviesa las montañas que separan al altiplano de la Sierra de Huaylillas. Allí el agua desciende por tuberías a la relativamente modesta Central Hidroeléctrica de Chapiquiña y luego se utilizan para regar parcial e insuficientemente al valle de Azapa. La Central tiene una potencia instalada de sólo 10.200kw si recibiera un flujo de 1.200l/s, pero éste ha sido siempre harto menor. Toda esa obra se inició en 1848 pero tardó en funcionar y por un tiempo nos creó absurdos problemas con Bolivia. 
     
    Canal Lauca en septiembre de 2013. Su caudal estaba disminuido por ser época seca y algo aumentará durante las lluvias de verano (”invierno” boliviano).
     
    El río Lauca se origina de las aguas del bofedal de Parinacota, las que provienen de la laguna Cotacotani, inmediatamente al poniente del Lago Chungará cuyas filtraciones subterráneas la alimentan. Se dirige hacia el sur inicialmente, pero a unos 10km en línea recta desde Guallatire, vira en ángulo recto hacia el oriente y finalmente llega al salar de Coipasa en Bolivia. Chile tiene el derecho a utilizar en 50% de esas aguas, pero históricamente nuestra captación ha sido menor. 
     
    Tras la conjunción de las rutas mencionadas, se sigue rumbo al salar de Surire por la ruta A-235, la que no es más que la continuación de ambas hasta llegar al salar. 
     
    Ancuta  (Lat. 18°27'S, Long 69°12'O, 4.250msn). Está a unos 47km si se parte de Chucuyo y cerca de 56km si se parte de Murmuntani. Es un pequeño poblado con una decena de casas y una modesta pero linda iglesia que hoy sólo sirve como bodega, 
     
    Iglesia de Ancuta.
     
    con el siempre humeante volcán Guallatiri (Guallatire) imponiéndose hacia el oriente. Merece un descanso para captar fotografías. 
     
    Volcán Guallatiri visto desde Ancuta. Nótese la pequeña fumarola en su cima.
     
    Detalle de la fumarola del volcán Guallatiri.
     
    Es zona de avistamiento de cóndores y no sería raro que desde las montañas se acerque uno de ellos a curiosear: 
     
    Vultur gryphus, Cóndor de los Andes adulto. Entre Ancuta y Guallatiri.
     
    Guallatiri (Lat. 18°30’S Long. 69°09’O, 4.240msnm) está a sólo 9km al SSE de Ancuta y merece detenenerse para admirar el paisaje circundante y la iglesia y el cementerio del lugar. Hay una dependencia de carabineros. 
     
    Iglesia de Guallatiri. Construida en 1878, restaurada en 1940.
     
    Cementerio de Guallatiri, en el cual hay indicios de una iglesia existente ya en el año 1739.
     
    Seguimos rumbo al sur y tras unos 11km cruzaremos el modesto río Lauca, que nace en Chile y termina en Bolivia pero que, aun teniendo derechos válidos internacionalmente, sólo “estamos autorizados” a utilizar una parte de su caudal. Este es el único curso de agua superficial que drena a la inmensa hoya hidrográfica de este sector del altiplano chileno. ¿Por dónde escapa el inmenso resto de agua que cae cada año? ¿Y la de la aun más significativa hoya hidrográfica del lago Titikaka, apenas drenada por el paupérrimo río Desaguadero?: la mera evaporación sólo se encarga de una mínima parte de ésta y es probable que nuestro subsuelo sea riquisimo en materia de los recursos hídricos que tanto necesita Arica y que no los aprovechamos porque no los imaginamos (típico apego de nuestras autoridades a lo establecido y temor a explorar alternativas novedosas), porque no queremos intentarlo (típica falta de voluntad política del Estado chileno en lo que a Arica se refiere) o tememos intentar buscar y usar racionalmente ese recurso por miedo a presiones de parte de las comunidades indígenas locales o de los países vecinos. En definitiva, la indolencia y nuestra condición fronteriza y multiétnica cohartan la inmensa potencialidad de Arica en cuanto a ser un gran centro agrícola (cualidad que oficialmente no se nos ha querido otorgar) y permiten que inmensos caudales de agua subterránea se pierdan en el Océano Pacífico por vías que sabemos que existen pero nada se hace por encontrarlas y Arica sigue teniendo una inmensa sed (ver nota que propone una posibilidad inexplorada). 
     
    El magro caudal del río Lauca un par de meses después de la época de las lluvias. Altura: casi 4.100msnm.
     
    Luego pasaremos cerca de Pisatara, de Paquiza y a unos 40km de Guallatire ya llegamos al Salar de Surire. Son como 93km desde Chucuyo y unos 100km desde Murmuntani, por caminos de tierra transitables para cualquier vehículo excepto durante el “invierno altiplánico”, época de potenciales intensas lluvias durante enero-febrero. 
     
    Salar de Surire. A 4.250msnm y con más de 11.000Ha de superficie protegida a título de Monumento Nacional y unas 4.500Ha desafectadas para la explotación del bórax, recibe sólo dos modestos afluentes y afloramientos de agua subterránea caliente. Está casi enteramente cubierto por una costra de sales, excepto en la parte más meridional, donde anidan y viven tres de las seis especies de flamencos que existen en el planeta y otras áreas de menor tamaño, en particular la ubicada en su extremo sureste (Lat. 18°54’38”S Long. 68°58’58”O) donde hay un amplio espacio de aguas turbias de poca profundidad, con un soportable olor a azufre y fondo barroso, apto para un cálido baño termal: los “baños” de Polloquere. Allí la temperatura exterior es baja (cerca de 5°C de día y -15° durante la noche) y no dan ganas de salirse de las cálidas aguas que brotan desde el fondo. 
     
    Vista parcial del Salar de Surire.
     
    Nótese el vapor de agua que emerge de la superficie del salar.
     
    El salar está circundado por un buen camino de tierra y recomiendo recorrerlo, en un trayecto de unos 55km. Si viene desde Guallatiri como lo hicimos nosotros esta vez, se llega a su extremo noroeste. Si continúa hacia el sur, verá las faenas e instalaciones para la extracción de bórax pero luego conviene devolverse al extremo noroeste y seguir un corto tramo en dirección este donde están las dependencias de Conaf y Carabineros (Lat. 18°48’S Long. 69°05’O), con policías (allí) siempre amables y dispuestos a colaborar. Conviene reportarse informalmente y pueden obtenerse consejos y hasta un espacio seguro para acampar, aunque ésto puede hacerse sin peligro en cualquier otro lugar que prefiera. 
     
     
    Mapa del Salar con sus lugares de mayor interés.
     
    Tras ese trámite no indispensable, conviene seguir hacia el este para ver el  humedal de las Parinas (flamencos) y otros componentes de la fauna del lugar. 
     
    Parinas (flamencos) en el Salar de Suriri, junio de 2019.
     
    Vicuñas, por alguna razón siempre atraídas por el borde del salar. Junio de 2019.
     
    y luego continuar el camino hasta los Baños de Polloquere (unos 30km) que es donde yo preferiría acampar aunque hay un persistente viento frío. Esta vez sólo nos bañamos por largo rato y luego consuminos nuestra merienda.  
     
     
    Baños de Polloquere. El paisaje impresionante, la soledad, el frío ambiental y las cálidas aguas estimulan la imaginación para disfrutar lúdicamente de lo que la Pachamama nos ofrece tan generosamente.
     
    Otra vista de los Baños de Polloquere.
     
    Luego seguimos contorneando al salar por su ribera Sur, donde se ven ovejas, auquénidos y con suerte cóndores y ñandúes (parientes de las avestruces,hasta que decidimos volver a Arica vía Parcohaylla-Timalchaca, tomando un camino hacia el oeste que se inicia en Lat. 18º51’33”S Long. 69º08’12”O. Si viaja en sólo un vehículo (a menos que sea a bordo de un buen 4x4), es más seguro retornar por una de las tres rutas antes recomendadas pues las que se describen a continuación son poco transitadas y algo menos benignas. 
     
    El Regreso. Esa ruta tiene tramos algo malos pero no críticos para un vehículo 4x4. Inicialmente es serpenteante pero benigna hasta llegar a Parcohaylla (Lat. 18º53’S, Long. 69º13’O) tras 12km de recorrido. Allí hay un modesto poblado con una antigua iglesia algo típica de nuestro altiplano y digo “algo” porque su torre campanario está adosado al muro de la nave. Dicen que se construyó a fines del siglo XIX y tal vez por eso la torre, si bien está a la derecha de la nave, no está separada de ella como es lo habitual en las más antiguas. 
     
    Parcohaylla merece un paréntesis
     
     
    Iglesia de Parcohaylla.
     
    Desde Parcohaylla la ruta vira al noroeste y se hace más difícil en los primeros 10km. En Lat.18°47’02”S Long. 69°20’52”O, adyacente al caserío de Umirpa, hay una bifurcación que propone dos alternativas para volver a Arica: A), por el sur del omnipresente complejo de volcanes extinguidos Marqués hasta cerca de Codpa y de allí a la Carretera Panamericana por la vía más usada, o B) por en norte hacia Timalchaca siguiendo luego por la serpenteante quebrada de Jiphilla (ruta A-31) y tras unos 90km empalmar con la Carretera Panamericana donde están las Presencias Tutelares. Ambas son muy hermosas e interesantes, las recorrí por última vez en marzo del año 2014 y el evento se describe en el paréntesis ya mencionado.. 
     
    Lo que expongo a continuación pueder ser harto poco comprensible porque a medida que se desciende hay varias alternativas ruteras, pero trataré de explicarlas actualizadas al año 2014 y recomiendo leerlas con la asistencia de Google Earth y ayudándose con el siguiente mapa y el relato del viaje a Parcohaylla y Timalchaca
     
    Ambas alternativas que se proponen a continuación tienen un tramo común de tierra en regular estado (año 2014) desde Parcohaylla a Umirpa por la ruta A-319, de color marrón oscuro. La alternativa A vira al occidente en Umirpa y sigue el tramo rojo, ruta de tierra en buen estado. La alternativa B continúa hacia el noroeste por la A-319 y hasta Mullipungo es más pedregosa. Desde allí pronto empalma con la A-31, inicialmente serpenteante pero bien mantenida. Hay que tener cuidado con las pequeñas pozas de agua que puede haber poco antes de Timalchaca, pues pueden ser muy profundas.
     
    A) Si se sigue la ruta de la izquierda (sur) se llega finalmente al camino pavimentado que va a Codpa, empalmando con éste en Lat. 18°51’S, Long. 69°40’28”O, tras unos 50km de relativamente benigna ruta de tierra. En el punto de empalme señalado hay que virar hacia la izquierda (suroeste) para llegar a Arica o hacia la derecha si quiere pasar por Codpa. 
     
    B) Pues esa vez que relata el viaje con mis amistades preferimos la ruta de la derecha (noroeste), pasando entre el complejo montañoso del Marqués (hacia el occidente) y el cerro Familiani al oriente, rumbo a la Pampa de Oxaya que viniendo desde el este empieza en Timalchaca. Si quiere visitar ese lugar ha de estar atento pues el camino no pasa por Timalchaca sino que a un kilómetro del caserío. El corto desvío está en Lat. 18°40’35”S, Long. 69°25’05”O. Luego seguimos en dirección a Arica, ya contentos de acercarnos al plano de la pampa de Oxaya y luego empalmar en Lat. 18º39’10”S, Long. 69º31’49”O con el camino de tierra que comunica Ticnamar con el cruce que cerca de Timar nos lleva casi directamente a Arica. Desde el Salar a este lugar hay unos 51km. En ese empalme hay que virar a la izquierda (sureste) y simplemente seguir el camino que se introduce en la serpenteante quebrada de Jiphilla (donde hay un extenso chaqu o trampa para atrapar burros salvajes), luego cruzar dos profundas quebradas, seguir por la Cuesta de Viscachani (”lugar de vizcachas” en aymara pero nunca he visto a uno de esos animaliltos allí) y en Lat. 18º43’51”S, Long. 69º42’35”O, tras 27km, se llega a otra bifurcación. 
     
    Allí debe decidir si quiere volver directamente a Arica o pasar por lo menos un día más visitando a Codpa y gozando de sus atractivos. En el primer caso basta virar a la derecha (estesureste) y simplemente seguir el buen camino de tierra que tras unos 65km lo llevarán a la Carretera Panamericana, donde están las inspiradoras esculturas de las Presencias Tutelares, un homenaje a los Opuestos Complementarios que son la base de la Cosmovisión Andina, un poco al Sur de Arica. Si prefiere ir a Codpa, vire al Sur rumbo a Timar (Lat. 18°45'S, Long. 69°41'O) un pequeño poblado encerrado por una estrecha y fértil quebrada, a sólo unos 3km de la bifurcación. 
     
    Vista parcial de la quebrada de Timar.
     
    Al lado de la iglesia hay una sombra apropiada para descansar y disfrutar de una merienda. 
     
    Merienda en Timar. Mi amigo y compañero de aventuras, Carlos Requena Herrera.
     
    Desde Timar, unos 16km nos llevarían a Cerro Blanco y Ofragía, donde hay una inmensidad de petroglifos y luego de recorrer 8km por un lindo camino de tierra que recorre el fértil valle, llegará a Codpa. Sus atractivos se describen en este link
     
    En definitiva, he tratado de demostrar que un viaje a nuestro Altiplano tiene interminables alternativas en cuanto a acceder a sitios de gran interés turístico, paisajístico, geológico, arqueológico y también financiero si pensamos en el potencial aporte de agua que desde allí drena al Océano Pacífico por vías que no han sido investigadas. He invertido muchísimo tiempo explorando hasta el límite de mis posibilidades, como un mero curioso (aunque estrechamente vinculado con especialistas extranjeros o no-ariqueños; soy sólo un cirujano, sin formación curricular en arqueología, geología, hidrología y etc.), muchas de esas alternativas durante más de 35 años, parte de las cuales están en alguna parte de este e-book y aun no las conozco todas. Lo cierto es que cada nuevo derrotero me llena de asombro y ganas de recorrer los espacios y posibilidades aun no exploradas. No me alcanzará la vida para conocerlos todos y menos para describirlos. Basta seguir una senda no pavimentada para internarse en un mundo mágico, en el seno del cual la Pachamama nos cuenta de su pasado, nos dislumbra con lo mucho que tiene para ofrecernos y nos hace sentir intensamente vivos. Provéase de un buen GPS, lea detenidamente este e-book, estudie sus alternativas con Google Earth y láncese a una aventura interminable. Si consegui estimularlo, cuénteme de sus aventuras pues yo no podré vivirlas todas: necesitaría otra vida más y por lo que sé, ni los Dioses Andinos me la concederán y mucho menos me escucharán los santiaguinos, autodefinidos “dueños” de todo el territorio nacional, incluyendo a la hoy pobre Arica que en el pasado nunca quiso ser chilena pero que hoy no tiene mejores alternativas... 
     
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